Carta al Director: El abuso sexual en Chile y la pedofilia, es real , a veces usa delantal  

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Estimado Sr director :

Soy una madre nacida y criada en  Monte Patria, docente de profesión, evito volver a mi pueblo, con encontrados sentimientos, ya que es indescriptible pasar por ahí y no atreverse a enfrentar fantasmas que provocan un inmenso dolor sobre todo de QUIEN  hizo  tanto daño a uno de mis hijos.

En estos avatares de la vida me encontré con otra madre cuyos niños fueron violentados  por el mismo sujeto, personaje al cual creíamos conocer porque era coterráneo, criado en nuestra comunidad, alguien que se supone intachable y de confianza, que siempre estaba dispuesto a ayudar, pero las buenas intenciones a veces se visten de negro, y  la  ingenuidad  se paga muy caro, u olvidamos que hay  lobos vestidos de ovejas.

 La historia era la misma, voy a omitir detalles para no fomentar comentarios y el morbo  que esto genera,  pero mientras yo viví en silencio el calvario y busqué  ayuda profesional, entre lo que me permitía mi labor y medios económicos para sacar a flote  a mi hijo.

 A diferencia mía, esta valiente Mamá ha pedido justicia para sus  hijos  víctimas de abuso sexual por parte de este sujeto y  durante  casi 5 años, con dolor e impotencia he visto como, estos niños  no han tenido  ningún tipo de reparación, hablo de una reparación  judicial, legal e integral, no económica, porque hasta el día de hoy, por ser pobre, me imagino no tiene derecho a que criminales como el que abuso tanto de mi hijo,  como de los hijos de ella, por ser  médico y profesional, no pague su delito, y siga ejerciendo libremente la profesión ,sin ninguna medidas cautelar, lo que es prácticamente una burla a la dignidad de los niños.

Ambas llevamos una herida que sangra cada día, yo con la culpa,  pero ella tuvo la entereza de denunciarlo, sus  hijos han tenido que  ser expuestos a repetir una y otra vez sus testimonios, viviendo un verdadero estigma, no han sentido la seguridad de terminar la escuela, lo mismo que yo viví con mi hijo, que luego de depresiones severas por el daño provocado no pudo continuar con estudios regulares durante mucho tiempo. Y tuvo que  ser tratado con profesionales, mientras el “intachable” medico realizaba su proyecto de vida viviendo con total impunidad.

La frialdad del sistema que  fomenta a que cualquier mente enferma siga atentando contra quienes no pueden defenderse, la  he observado en silencio: las leyes  duermen, nuestra legislación es ciega ,mientras se  sigue vulnerando a  nuestros niños, y omitiendo las penas asignadas a pedófilos, otorgándoles beneficios. Con razón  a  Chile  se le denomina un paraíso para estos criminales.

A algunas madres como yo nos mata el dolor y la vergüenza de callar, a otras las impulsa a buscar un proceso justo, porque hechos como este, seguirán sucediendo mientras a las familias y a la  sociedad no le toque vivirlas, mientras tengamos la indolencia en los tribunales, de los jueces y abogados que, con fianzas, dinero e influencias, defienden, y luego se les deja en libertad a depredadores porque tuvieron una intachable conducta anterior.

El abuso sexual no puede seguir siendo invisible, quiero justicia para todos esos niños, y en parte para  mí.  Espero que esta madre no baje los brazos desilusionada de la ley, que la Corte no anule el juicio, como ya en una ocasión lo hizo,  que no haya que repetir nuevamente en las frías salas de un tribunal los mismos hechos una y otra vez en voz de esos niños que perdieron de manera abrupta y violenta la infancia que se jura proteger.

Actualmente nos encontramos en una cruzada con la Fundación No Mas Abuso Sexual, de Santiago, cuya vocera y fundadora Claudia Guerrero ha llegado hasta la Moneda la semana recién pasada, con la ministra Marcela Ríos para exigirle al presidente Gabriel Boric Font y los ministros, y parlamentarios vuelvan su mirada a todos nuestros niños y niñas y jóvenes  abusados en nuestro país y endurezcan las leyes para este tipo de crímenes. Ya basta que  la niñez infancia  no sean urgentes para el estado, Deben  realmente ser garantizadas. Cabe señalar que la representante ha recibido amenazas tal como la madre de los niños por difundir este caso. Sin embargo, seguiremos con más fuerza para que al final la justicia cumpla con castigar a quien ya ha sido condenado por el Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle, a 10 años, pena mínima, pero no tiene ninguna medida cautelar y sigue ejerciendo la profesión en la capital, cuando debería estar en prisión.

Entre las iniciativas para castigar estos delitos el Colmed ha propuesto quitar el título profesional a los condenados, pero nada, absolutamente nada es suficiente para reparar el daño cometido.   

Este 19 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Prevención del Abuso Sexual Infantil y las secuelas de un niño que sufre cualquier tipo de abuso dependiendo de su edad son eternas. La persona que ha sido abusada mantiene un registro en una parte de su memoria que en algún momento de la vida puede conectarse con otra experiencia  y aflorar con la misma intensidad que cuando ocurrió el trauma.

 No sólo se debe gritar  y denunciar y poner en tela de juicio a abusadores de adultos y sobre todo mujeres cuando sufren este tipo de violencia , estos delitos no deben tratarse tal como se condena una estafa o un robo un asalto por la justicia chilena, pero al parecer y vergonzosamente a nadie le importa que un niño o niña sea abusado.

 El caso del médico condenado a 10 años en  Monte Patria no puede ser olvidado. Él no debe estar libre. Ni siquiera debería tener el derecho a apelar .Porque nuestros hijos quedaron marcados de por vida. ¿Cuántos niños  más serán dañados?  ¿Cuántas madres más se atreverán a luchar si la ley no ampara y la justicia no funciona? ¿Cuántas otras más seguiremos callando esperando de la justicia divina?. Las leyes deben cambiar con urgencia, para evitar delitos horrendos como este.

El abuso sexual en Chile y la pedofilia, es real , a veces usa delantal.  

Macarena Palta Palleres

Docente

Comunicador Social